Proyecta una buena imagen profesional
Hace unos días, una clienta vino al servicio de “Personal shopper” con el objetivo de saber cómo vestirse en su entorno laboral, ya que tenía reuniones semanalmente con otros profesionales y no sabía qué ponerse. Me comentaba que incluso algunas personas le habían dejado caer que no vestía de manera adecuada al llevar vestidos muy ajustados y cortos o ropa demasiado informal. Estos comentarios le habían hecho perder la seguridad en sí misma y ya no conseguía estar concentrada durante estas reuniones. De manera que se encontraba incómoda y fuera de lugar. Necesitaba que le aconsejara y poder encontrar un estilo y prendas con las que sentirse bien y proyectar una imagen profesional acertada.
Existen dos extremos en las personas cuya imagen personal y la imagen que deben proyectar en su entorno profesional no coinciden. Unos transforman su estilo personal al 100% para ir a trabajar. Y por otro lado están los que no realizan ninguna adaptación para vestir en su trabajo. No es necesario que el cambio sea tan radical en la mayoría de los casos, al igual que tampoco podemos pensar que no tenemos que modificar nada ya que pensamos que perderíamos nuestra esencia. Lo importante es analizar qué queremos proyectar en los demás y elegir las piezas adecuadas que se adapten bien a nuestro cuerpo, imagen de marca, entorno y actividades.
En este post te doy las claves para conseguir proyectar una imagen profesional adecuada y perfecta que te dé seguridad.
CÓMO QUIERES QUE TE VEAN
Pregúntate esto antes de empezar. Haz un listado de características y cualidades que quieres que sean percibidas cuando te vean en tu entorno laboral. Dependerá del sector en el que trabajes, tu tipo de cliente ideal, los valores de la marca, el entorno en el que te encuentres…Quieres que te vean como alguien cercano y agradable, o tal vez como alguien serio y maduro. En base a las características que elijas, tú imagen deberá adaptarse. Un aspecto menos formal (sin perder la esencia profesional) o llegar a un grado alto de formalidad.
Para looks formales escoge prendas con cortes más rectos y estructurados, colores neutros en los que haya al menos uno oscuro y complementos de calidad. Si no necesitas tanta formalidad, elige prendas más livianas o de aspecto más casual (pero siempre en buen estado) combinadas con otras semi formales.
CREA TU FONDO DE ARMARIO
Los imprescindibles que hagan de base para la creación de tus looks profesionales. Quizá muchos o todos los puedas usar también en tu ámbito personal, combinados de otra manera. Dale importancia a colores que definan tu marca y puedas combinar sin problema. Crearte una paleta de colores coordinados que puedas mezclar y encajen, será un gran acierto para que todo combine con armonía.
Escoge prendas que te sirvan para multiplicar las opciones de creación de estilismos sin repetir siempre las mismas combinaciones. Dale importancia a los complementos y accesorios para darle a tu imagen un plus de estilo.
NO OLVIDES LA HIGIENE Y ASPECTO
La ropa es importante, pero si tenemos una mala higiene, no servirá de nada. Que nuestro cabello esté limpio y arreglado, las uñas cuidadas, la piel hidratada, el maquillaje no sea excesivo, la ropa esté planchada y limpia, el calzado y bolso mimados y desprendamos un olor agradable (gracias a una buena higiene y perfume). Es un porcentaje elevado cumplir con estos puntos si queremos transmitir una imagen acertada tanto en el ámbito profesional como en nuestro día a día.
Algo que a mí me crea rechazo y me cuesta evitarlo, es un olor desagradable o el olor a tabaco. Y le pasa a muchas personas. Me nubla la mente y pienso en ese olor desagradable y no en lo que esa persona me está diciendo. El olfato es un sentido que nos hace que alguien nos atraiga o todo lo contrario, sin ser conscientes. Úsalo a tu favor. Y que te recuerden por lo bien que hueles, eso no se olvida.
TU ACTITUD Y LENGUAJE SON LA BASE
Todo lo anterior es muy importante, pero si nuestra actitud y lenguaje verbal y no verbal no es coherente, destruiremos todo lo trabajado con el vestuario.
Una actitud positiva, abierta, agradable y activa es una carta de presentación ideal. Mirar a los ojos al hablar, escuchar de manera activa, sonreír de forma relajada, hablar en un tono de voz medio, modulando las palabras sin correr y con seguridad… genera una conexión fuerte con nuestro interlocutor.
Tu lenguaje corporal y no verbal van a hablar antes de ti que lo que puedas luego decir. Mantente erguido (sin parecer un militar desfilando) y gesticula con armonía. Importante que mantengas los modales y protocolo del lugar. Por supuesto, tu discurso y lo que expongas (parte del lenguaje verbal y mensaje) debes de dominarlo para cerrar el círculo de una imagen profesional perfecta.
Si tras leer este post identificas que tu imagen profesional no es la acertada y deseas que te guíe para conseguirla, reserva tu cita de Personal Shopper pinchando aquí, y estaré encantada de ayudarte a verte acertada y encantada con ella. Encontraremos las piezas que te darán la seguridad para transmitir lo que deseas en tu entorno profesional.
¡Feliz octubre!
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