Las recetas de Rosaleda Kids Club: churros caseros
Súper fáciles de preparar para un desayuno en familia
Que levanten la mano los amantes de los churros… ¡A nosotros nos encantan! Y, hemos de confesar, que aunque peguen más en otoño e invierno, nos los comemos en cualquier época del año. De hecho, en Málaga las temperaturas aún son un poco altas, pero no pasa nada, tenemos muchas ganas de proponeros esta receta y que podáis prepararla en familia para un buen desayuno o merienda.
Antes de dejaros la receta queremos aclarar un pequeño detalle. Y es que, hay quien diferencia de una manera muy clara entre churros (los de forma de lazo) y porras (los más alargados), aunque en Málaga llamamos churros a todas las versiones.
Ingredientes
- 300 g de harina
- 440 g de agua
- 1 cucharadita de sal
- Azúcar para espolvorear
- Aceite de oliva suave para freír
- Papel de cocina (para absorber exceso de aceite)
- Manga pastelera con boca fina o churrera
Cómo hacer la masa
Añadimos la harina en un bol. En una cazuela calentamos el agua con la sal, y cuando comience a hervir, vertemos directamente de una sola vez sobre la harina. Con una cuchara de madera integramos la harina con el agua, nos quedará una masa muy pegajosa y bastante compacta. Dejamos reposar esta masa cubierta con un paño o film de cocina durante solo unos minutos, porque al enfriarse endurece y es más difícil de trabajar.
Cómo freír los churros
En una sartén ponemos abundante aceite, preferiblemente de girasol o de oliva muy suave.
Una vez que tenemos listo el aceite, introducimos la masa en la churrera o manga pastelera con una boquilla en forma de estrella. Enroscamos y empujamos el émbolo. A medida que empujamos va saliendo la masa del churro por el orificio, cortamos a la medida deseada con un cuchillo o con el dedo y freímos en el aceite. ¡Ojo! Este paso es muy importante para que los churros salgan bien y no haya ningún problema a la hora de freír los churros.
Cocinamos a fuego medio, la temperatura del aceite debe estar entre 195 y 200ºC.
Una vez fritos retiramos a una bandeja con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
Para servirlos lo ideal es hacerlo calentitos. Puedes espolvorearlos con azúcar o darle un toque más atrevido con canela. Y, por supuesto, acompañarlo con un chocolate caliente es la opción perfecta, pero también puedes tomarlos con cacao, café… ¡O lo que prefieras!
Y, como siempre os comentamos, nos encantaría veros disfrutando de esta receta en familia. Comparte tu resultado con nosotros en las redes y si etiquetáis nuestras cuentas de Facebook o Instagram y usáis el hashtag #RosaledaKidsClub, compartiremos vuestros resultados en nuestras redes.
¡Hasta pronto!
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